En otro artículo anterior, ya os avanzamos las primeras impresiones de lo que el texto del RD 3/2012, pronunciaba sobre los cambios en el mercado laboral, pero ahora queremos contaros más modificaciones, así como profundizar en otras que quizás no se escuchan tanto pero que tienen la misma importancia que el resto de medidas.
Sobre el despido objetivo por faltas de asistencia al trabajo, se podrá despedir al trabajador/a por faltar 9 días laborables en un período de dos meses seguidos, o 22 días laborables en un período de 4 meses discontinuos dentro de un período de 1 año, por faltas aún justificadas pero intermitentes. No entran dentro del cómputo de estos días los permisos derivados del convenio, ni todos los procesos relacionados con embarazo, lactancia, paternidad, violencia de género, ni accidente de trabajo o huelga, si bien si entran dentro de este cómputo los procesos de Incapacidad Temporal a través de la Seguridad Social, que sean menores de 20 días. Para aplicar este despido ha de haber más de un proceso de IT o de ausencia al trabajo, no bastaría con uno sólo de 9 días por ejemplo.
En el texto del RD 3/2012, también se introducen unas novedades más restrictivas del derecho de reducción de jornada y de la lactancia, que todavía no entendemos, que tiene que ver con la supuesta flexibilización del mercado de trabajo, ya que el único objetivo de esto, es seguir dilapidando derechos de los trabajadores/as, en este caso más en contra de la mujer, ya que mayoritariamente tanto la reducción de jornada como la lactancia la siguen disfrutando muchas más mujeres que hombres. Pues centrándonos en el cambio en concreto de la reducción de jornada, modifican el art. 37 primer párrafo del punto 5, añadiendo una simple palabra "diaria", que a simple vista puede pasar desapercibida, pero que en la aplicación real, significa privar del derecho de elección de reducción de jornada a muchos trabajadores/as, que disfrutan de una reducción en base a sus necesidades familiares que en muchos casos no tiene porque ser diaria.
Muchos de vosotros/as habréis oído hablar de la ultra actividad de los convenios, y seguramente no sepáis del todo que significa, pues bien esta palabra no es más ni menos la que garantiza que mientras negocias un nuevo convenio se te respeten todos los derechos y obligaciones que existen en dicho convenio. Pues con esta reforma laboral, se dinamita esto, limitando dicha vigencia a 2 años, a partir de los cuáles sin pacto en contra ni acuerdo o laudo, dicho convenio pierde totalmente su efectividad, pasando todos los trabajadores/as al siguiente convenio de referencia que sería el del sector, que si también hubiera perdido su efectividad, después de seguir buscando posibles convenios de aplicación, pasaríamos al Estatuto de los Trabajadores.
Resumiendo, todo lo conseguido durante muchísimos años, puede convertirse en papel mojado, empeorando drásticamente nuestras condiciones laborales, sociales, y económicas. Cabe comentar que según muchos expertos consultados, la mayoría se decantan porque este artículo así como otros puede ser inconstitucional, pero aun así, de momento está de obligado cumplimiento por Real Decreto.
Durante estos días, son muchas también las voces principalmente desde los sindicatos, que están alertando de que algunos ayuntamientos y comunidades, han visto un chollo en la reforma laboral, que no es otro que desprenderse de trabajadores laborales, interinos, etc.., para cubrir sus puestos con personas que están cobrando la prestación por desempleo, y que según esta reforma se les pasa a equiparar como si fueran condenados o reos, obligándoles a prestar servicios a la comunidad.
Creemos que sobran las razones para contestar a este brutal ataque contra los derechos de los trabajadores/as, más teniendo en cuenta que si el objetivo de esta reforma laboral, es crear empleo y flexibilizar las condiciones, los únicos resultados serán crear desempleo y que los empresarios hagan lo que quieran con sus trabajadores/as, y si puede ser mejor sin representantes sindicales que así lo podrán hacer más rápido y barato.
Confiamos y deseamos que el grueso de la ciudadanía se dé cuenta y comience a luchar por defender los derechos colectivos logrados, antes de que sea demasiado tarde y nos veamos todos los trabajadores/as de este país, a ser esclavos de nuestros amos, como ya lo son muchos actualmente.
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