Desde que aterrizó nuestra flamante Directora General, Marta Labata, procedente de TMB, son numerosos los puestos directivos que han desembarcado procedentes de esa misma empresa pública, para algunas “casi hermana” y para otras “la empresa de la familia”.
Se cuestiona mucho en estos tiempos que vivimos una mayor transparencia, no solo de los sueldos públicos de personas directivas, que en algunos casos pasan de los 100.000 euros anuales, sino que también se exige transparencia en la contratación de estas personas que deberían someterse a concursos públicos que valoren su capacitación y méritos como cualquier persona empleada pública. En cambio nos encontramos con la famosa “dedocracia” donde su mayor virtud es caerle bien a la Directora General de BSM.
Cuando decimos que BSM es la nueva TMB, o mejor dicho que vamos camino de ello, nos referimos a las contrataciones de personal directivo, fuera de convenio, de personas que provienen de dicha empresa y también a una manera de funcionar o entender el corporativismo de empresa pública dominada por la política, como hemos podido observar durante muchos años en TMB, donde infinidad de cargos políticos han ido apareciendo a medida que se acababan sus puestos electos o de confianza política.
En BSM, desde que Marta Labata dirige esta gran empresa pública, como si fuese su cortijo particular, eso sí, sin riesgo alguno para ella ya que no pone un euro de su cartera, el número de personas trabajadoras fuera de convenio se ha incrementado notablemente, pasando de aproximadamente 89 personas en 2017 a más de 120 este año 2022, pasando el porcentaje de personal fuera de convenio del 7% al 10% en este año 2022. No solamente se ha incrementado el número de personas fuera de convenio, sino que se ha incrementado ostensiblemente el número de personas directivas (Niveles 0 a 2) durante el mandato de Marta Labata como nunca se había producido en BSM.
No vamos a negar que muchas de estas personas son excelentes profesionales, pero no entendemos porque no tienen una categoría reconocida o creada al efecto en convenio, con un salario y condiciones reguladas de manera pública y transparente, donde los sindicatos podamos participar en sus condiciones de trabajo.
La pirámide y la proporción de personas trabajadoras y personal directivo cada vez es más estrecha en su base y nos empieza a recordar épocas donde en TMB era un completo escándalo, llegándose a condenar hasta por dos veces a la empresa para que se diera solución a tanta persona fuera de convenio de forma irregular. Aunque dicha solución sigue sin llegar, ya que hecha la ley, hecha la trampa…
No podemos consentir ni tolerar que se siga contratando a más y más personal directivo mientras las personas operativas de muchísimas unidades de BSM no damos a basto por la falta alarmante de personal, con las consecuencias físicas y mentales que esto conlleva.
Las personas trabajadoras de BSM no podemos mirar para otro lado y debemos denunciar públicamente todas estas acciones u omisiones que promueve la Dirección General de BSM y que tienen una máxima responsable, la directora general Marta Labata.
Corrupción en toda regla,La Cosa Nostra,la Mafia en todo su esplendor con di ero público,es un sistema vicioso del poder acompañado de los politicos
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