L’Hospitalet del Llobregat insta al Gobierno a reconocer la condición de Agentes de la Autoridad a los controladores de estacionamiento regulado.

Hace décadas que los vigilantes del estacionamiento regulado reivindicamos que se nos reconozca la condición de “Agentes de la Autoridad en el ejercicio de sus funciones”, reivindicación que también ha sido obviada sistemáticamente hasta hace 3 años, en que la Sindica de Greuges de Barcelona instó al Ayuntamiento de Barcelona a que iniciase los pasos necesarios para otorgar dicha condición a los vigilantes, gracias a una queja que CCOO puso ante la Sindica debido al fuerte incremento de las agresiones.

Tras la intervención de la Sindica de Greuges Ma Assumpció Vilà, el Ayuntamiento de Barcelona fue valiente y pionero al introducir el reconocimiento como agente de la autoridad a los vigilantes de la zona azul en la Ordenanza Municipal de Circulación, haciendo referencia a la Ley de Régimen Jurídico Especial de la Ciudad de Barcelona.

Ahora, el Ayuntamiento de L’Hospitalet del Llobregat da un gran paso al aprobar una moción presentada por el PSC  para instar al Gobierno de Madrid a modificar los artículos 86 y 87 de  la Ley de Tráfico y Seguridad Vial para reconocer a los controladores de las zonas de estacionamiento, tanto si son personal municipal como si son empresas contratadas por el ayuntamiento, la condición de Agentes de la Autoridad.

A esta moción, el grupo de Esquerra Republicana de Catalunya introdujo una enmienda para que se introduzca también en el texto “durante el ejercicio estricto de sus funciones públicas de vigilancia y gestión de los espacios de aparcamiento, debidamente uniformados, identificados y siempre en cooperación y bajo el mando de la Guardia Urbana”.

Es importante señalar que, tanto la moción como la enmienda han sido aprobadas por unanimidad, es decir, que tiene el respaldo de todos los partidos políticos representados en el Ayuntantament de L’Hospitalet.

Barcelona y L’Hospitalet, son las 2 ciudades más pobladas de Catalunya, lo que hace de especial importancia que hayan sido estos dos Ayuntamientos quienes hayan dado un paso al frente en esta reivindicación, más sabiendo que en ambos casos ha sido respaldada por la totalidad de los partidos políticos.

Cabe recordar para quienes duden de la eficacia de esta medida para la lucha contra las agresiones, que los años 2013-14-15 y 16 sumaron un total de 530 incidentes en la Ciudad de Barcelona, lo que da una media de 11,04 agresiones anuales. A falta de datos oficiales, desde julio de 2017 (fecha que entró en vigor la condición de agentes de la autoridad en la ciudad de Barcelona) a enero de 2018 hemos contabilizado un total de 19 incidentes, lo que supone una media de 2,71 agresiones al mes.

Parece mucho más que evidente que un descenso del 75,45% en las agresiones de la ciudad de Barcelona, es un dato contundente y a tener en cuenta. 

Es ahora cuando los sindicatos debemos animar al resto de Ayuntamientos para que den apoyo a esta instancia que hace el Ayuntamiento de L’Hospitalet, y es por ello que ya nos hemos puesto en contacto con varios delegados y delegadas del resto del Estado para que soliciten reuniones en sus ayuntamientos para que secunden la petición del Ayuntamiento de L’Hospitalet.

Es igualmente importante recordar a los Ayuntamientos que cuando los ciudadanos tienen un problema serio como accidentes de tráfico, urgencias médicas, etc… lo primero que buscan es un uniforme, y al ciudadano le es indiferente si el uniforme lo viste un vigilante de zona azul, un agente cívico o un trabajador de la grúa municipal. Para estos casos, los Ayuntamientos deberían articular los mecanismos necesarios para dotar de formación y autoridad para poder dar esa atención urgente hasta que se persone la policía local y los servicios de urgencia. Mecanismos que podrían ser tan simples como poder comunicar por walkie el accidente y lo que se necesita (ambulancia, patrulla policial, etc…), o cursos donde se enseñen cosas tan básicas como quitar el contacto del vehículo, como proteger al accidentado de posibles atropellos, etc… 

Tenemos claro que los controladores de estacionamiento, no somos policías, pero tenemos igual de claro que podemos ser los ojos y los oídos del Ayuntamiento en la calle, que nuestra presencia puede dar un mejor servicio y que nuestro trabajo es imprescindible para el buen funcionamiento de la ciudad.